Liza Carrillo

Este mes decidí dedicarle mi carta al Bon Vivant, que es un término conocido por los franceses para una persona que no solo es conocedor de vino y buena comida, sino también disfruta muchísimo de los momentos. Pensé: “¿Y qué tal que cada momento de nuestra vida hiciéramos algo tipo Bon Vivant?”

Me refiero a que en mi forma de ver las cosas hay dos maneras de vivir la vida. Una es solamente dejarla que pase, y otra es saborearla, contemplarla, disfrutarla; congelando los momentos en nuestra memoria para que sean eternos, intensificando las experiencias cotidianas y convirtiéndolas en vivencias llenas de detalles.

bonvivantUn ejemplo es a la hora de dormir, ponerse perfume, o tener flores frescas en tu comedor todas las semanas. Y no estoy hablando de un arreglo de flores carísimo, si no de ir al mercado local y comprar un bouquet y arreglarlo uno mismo en un jarrón o incluso en una jarra de peltre vieja; es tener todo tu espacio perfectamente organizado, planchar tu ropa con agua de lavanda, ponerte tu collar de perlas entre semana (aunque sea con jeans) usar un portavaso si te sirves agua, etc…  pequeños lujos que no cuestan dinero, y que te dan una mejor experiencia de lo que vives a diario.

Recuerdo el primer cuarto que rente cuando me mude a NY. Era un cuartito mínimo, muy pequeñito, en donde solamente cabía mi cama individual. Tenia un pequeño baño y nada mas. Yo, que me alimento visualmente de color y textura, no podía hacerme a la idea de vivir en un espacio simple, aunque sabia que era temporalmente; así que decidí decorarlo con lo que encontrase. Conseguí unas ramas secas en el parque, y compre unas flores artificiales en una tienda de artículos muy económicos. Con silicon le pegué, una por una las hojas a las ramas, simulando un árbol de hiedra el cuál incorporé con grapas a las paredes. El resultado ¡Un efecto dramático! Desde ese día, ese espacio lo hice mío. 

Los invito a embellecer sus momentos con pequeños lujos, que no se notan a los ojos de los demás, pero que ustedes sepan que son una indulgencia oculta.  Claro, sin invertir dinero, solo un poco de creatividad.

@ANDREA
ALEJOS

Nuestra embajadora de este mes es divertida, solidaria y adora pasear por Guate . Este mes nos contará su experiencia vistiendo Vessel. #MujeresVessel

Florecita Cobian con uno de nuestros Boleros de Colores. En Junio presentaremos cuatro prendas, todas parte de la colección Provenance. Creadas en conjunto con Aj Quen (el tejedor) cooperativa indígena certificada de comercio justo.

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